domingo, 8 de marzo de 2009

A ti, soledad.

.
.
.


Muy bien vida solitaria,
ahora nos empezamos a conocer.

Ahora que te percibo,
te conozco,
te defino,
más me odio.

Mi mezquindad
mi egoísmo
te reclaman,
te imploran!

Pero no como tú desearías...
o tal vez sí,
ya no lo sé.

Soledad acompañada de tus llantos,
soledad acompañada de tu cuerpo.

Cuanto más cerca,
más lejos te siento.

Mañana ya hablaremos de lo que hoy hemos hecho.

Mañana,
otra vez me sentiré sola
y te volveré a necesitar,
tal vez,
o quizás no.

Éste sádico juego acabará con nosotros.

Quizá mañana volvamos a estar solos.


.
.
.



No hay comentarios: